Rituximab es una inmunoglobulina intravenosa. Mata las células B a través de una variedad de mecanismos, incluida la citotoxicidad mediada por células dependiente de anticuerpos, la citotoxicidad dependiente del complemento y la apoptosis. Es altamente efectivo para agotar las células B y puede durar hasta seis meses. Inicialmente se desarrolló para tratar a personas con linfomas clonales B y ahora se usa para tratar otras formas de enfermedades autoinmunes.
Rituximab se administra en forma de infusión y generalmente se administra en una serie de dos o tres tratamientos, generalmente con dos a cuatro semanas de diferencia. Después de la primera ronda, puede ser necesario repetir el tratamiento, dependiendo de la gravedad de los síntomas. La primera infusión suele durar seis horas y las sesiones posteriores pueden durar cuatro o seis meses. Antes y después de cada infusión, se realizan análisis de sangre para controlar los niveles sanguíneos y la función hepática y renal.
Rituximab se administra a los pacientes en combinación con otros medicamentos contra el cáncer, a menudo quimioterapia o radioterapia. Este curso de terapia dura hasta 24 semanas. Los tratamientos a menudo se repiten según sea necesario para el mantenimiento o para prevenir un brote de la enfermedad. Puede variar de seis meses a varios años, y la duración del tratamiento depende de la gravedad de los síntomas.